Entonces, antes del verano se rellenaba la playa para darle un poco más de altura y que todo el mundo pudiera disfrutar de la playa de Miño. Pero, año tras año, el mar, en invierno, -qué mala es la naturaleza- se encargaba de llevarse la arena, la cual depositaba unos metros más abajo. Hay gente que dice que la arena se la llevaba el mar por el dique de Sada y otros pensamos que la naturaleza es muy sabia y algunas veces es muy difícil cambiarla, especialmente cuando el mar es el protagonista.
Todo ello hacía que apareciesen unos taludes inmensos (fotos de febrero del 2009), que había que volver a rellenar, y que casi siempre provocaban la trifulca entre los políticos.
No podemos decir cuando se dejó de rellenar la playa con arena, seguramente algún lector de este blog nos lo puede aclarar. Lo único que podemos decir es que este último año no se rellenó la playa.
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