El verano tiene una rutina diaria en nuestra playa, a primera hora de la mañana llegan los turistas a la playa -más temprano o más tarde según sea fin de semana o no-. La playa se llena en pocas horas si tenemos un día de buen tiempo, pero también se vacía en muy pocas horas a partir de las ocho de la tarde. En ese instante es cuando "las otras limpiadoras" ocupan los lugares más estratégicos de la playa. Se las ve rebuscando por comida por todo el arenal, o en los contenedores de basura que pueblan la playa, y no se van hasta que no han limpiado todo a conciencia.
Después vendrán los "humanos" a cambiar las bolsas de los contenedores, pero el primer trabajo de limpieza ya se hizo anteriormente. Y las protagonistas son nuestras gaviotas.
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